La voz cansada no hace ruido
masajea su aire
ondas del crepúsculo
La presencia de unas alas rojas
Sobrevuelan el ahogo del leviatán
Observan gestos desde el balcón
anhelos demoníacos
Silva penetrante la oscuridad
asomada en el vacío del petróleo
Su aire pegajoso alquitrana los pulmones de la mañana
cruzando el indomable dormitorio
su espesa niebla
hasta el mármol del altar
refugio del deseo
Una canción tras el velo
trae el recuerdo
levita una pasión
sobre el desastre aún por llegar
SCDT